Edgar’s Story

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Edgar Comellas, Aces Wild Entertainment
Orlando, FL

Seven years ago, I started my events business in my garage in Orlando. Since then, I’ve built it into a successful enterprise with six-figure sales and service across Florida. I work with over 80 independent contractors each year, helping to bring income to households across the state. 

That was before this pandemic upended our country and our economy. For my business, this crisis has meant that events that were booked months ago have now been cancelled. Normally, this is the time of year I spend booking fall and holiday events. The phones are silent, save for clients calling to cancel or reschedule. People aren’t making plans because there’s no certainty about what might happen next. My clients are worried about their incomes and their budgets. I’ve lost $33,000 in revenue in March alone.

It’s my business to draw a crowd. But for the sake of all of us, we can’t do that right now. As the economic crisis deepens, I’m concerned about a prolonged slowdown. Even when it’s safe for us to stop our isolation, I’m worried people won’t have the disposable income for entertainment expenditures that keeps me in business. At this point, it’s hard to say what things will look like when we finally emerge from this. Some businesses, like home delivery services, will survive and thrive, but businesses like mine may never recover. 

It’s because of this uncertainty and the huge risk it poses to the foundations of our economy that we need immediate help that matches the scope of what we’re up against. 

During this crisis and its aftermath, lawmakers must put small businesses ahead of Wall Street. We need emergency assistance to get us through these times and keep money circulating in our communities. Loans may help down the road, but right now our leaders need to act fast and help us before it’s too late. Our businesses and our communities are depending on decisive action and direct assistance.

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Hace siete años, empecé mi negocio de eventos en mi cochera en Orlando. Desde entonces, lo he convertido en una empresa exitosa con ventas de seis cifras y servicio por toda la Florida. Trabajo con más de 80 contratistas independientes cada año, ayudando a llevar ingresos a los hogares en todo el estado. 

Eso fue antes de que esta pandemia cambiara drásticamente a nuestro país y a nuestra economía. Para mi negocio, esta crisis ha significado que los eventos que estaban reservados desde hace meses ahora han sido cancelados. Generalmente, esta es la época del año en la que estoy haciendo reservaciones para eventos en el otoño y días festivos. Los teléfonos están en total silencio, excepto por los clientes que están llamando para cancelar o reprogramar. La gente no está haciendo planes debido a que no hay ninguna certidumbre sobre lo que va a pasar después. Mis clientes están preocupados por sus ingresos y sus presupuestos. Yo ya he perdido $33,000 dólares en ingresos tan solo en el mes de marzo.

Mi negocio es atraer multitudes. Pero por el bien de todos nosotros, no podemos hacer eso en estos momentos. A medida que la crisis económica se profundiza, me preocupa una desaceleración prolongada. Incluso cuando ya sea seguro terminar el aislamiento, me preocupa que la gente no tenga ingresos disponibles para gastos de entretenimiento que es lo que me mantiene trabajando. En estos momentos, es difícil decir cómo estarán las cosas para cuando finalmente salgamos de esto. Algunos negocios, como los servicios de entrega a domicilio, sobrevivirán y prosperarán, pero negocios como el mío pudieran no recuperarse nunca. 

Es debido a esta incertidumbre y al gran riesgo que esto implica para los cimientos de nuestra economía, que necesitamos una ayuda inmediata que coincida con el alcance de lo que estamos enfrentando. Durante esta crisis y sus secuelas, los legisladores deben de anteponer a los pequeños negocios por encima de Wall Street. Necesitamos ayuda de emergencia que nos ayude a pasar estos tiempos y mantener dinero circulando en nuestras comunidades. Los préstamos pudieran ayudar más adelante, pero en estos momentos nuestros líderes necesitan actuar rápidamente y ayudarnos antes de que sea demasiado tarde. Nuestros negocios y nuestras comunidades están dependiendo de acciones decisivas y ayuda directa. 

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